Un incendio invisible narra la
llegada a Vado, una ciudad en los últimos días, meses o años de su imparable decadencia,
del doctor Tejada, quien, huyendo de un pasado que se esconde al lector hasta
las últimas páginas, ha venido a hacerse cargo de la dirección de una
residencia de ancianos.
La personalidad del médico no es
muy edificante. Se trata de un hombre con poco amor al trabajo que pone en
riesgo el funcionamiento, ya muy deteriorado, del asilo que tiene que
gestionar. Por si esto fuera poco, en determinado momento, se nos revela (o
insinúa) también como pederasta. Su transitar por la novela es el reflejo de una
continua dejación de las obligaciones que le corresponden y una puesta en
evidencia de su incompetencia, indolencia y banalidad, espejo fiel de todo aquello
en lo que se ha convertido una ciudad que no es sino ruina de un pasado
deslumbrante. Su caracterización tiene un punto memorable cuando declara: "No me gusta comentar. No he comentado
nunca nada con nadie, ni siquiera cuando era chico, ni siquiera a mi padre. Me
vine aquí para no comentar nada, para no tener que comentar nada, para que
nadie me pida que comente nada ni espere mis comentarios a nada. ¿Comentar para
qué? ¿Para estar de acuerdo en todo? No me interesa, jefe, con todos mis
respetos".
La novela está bien construida,
es entretenida y no se prolonga artificialmente de manera innecesaria, como es
habitual en cierta literatura contemporánea. No obstante, encontramos algo
reiterativa la continua apelación al calor que castiga la ciudad, y hubiéramos
deseado una mayor indagación en las causas y el proceso de su abandono, aunque
quizás eso hubiera dado lugar a una novela diferente, más centrada en el
secundario investigador Benmoussa que en el médico abúlico que la protagoniza
(reconozco que esa idea fue lo que me llevó a comenzar esta lectura y que,
durante las primeras páginas, me decepcionó no encontrar respuesta a mi
curiosidad).
La obra fue agraciada el pasado
año con el premio Málaga de Novela, dato que no dice más que seguramente fue la
mejor novela de las presentadas, lo que, por otro lado, tampoco estará nada
mal.